Ruta al Canchal Negro
Tiempo estimado de ida: 5 horas aprox.
Dificultad: media – alta.
El lugar es fácilmente identificable por su iglesia del Pilar, que se alza a nuestra izquierda según entramos a la ciudad desde Salamanca. Desde allí una pista forestal siempre ascendente nos sitúa en el alto de Bañaduras, justo donde termina el pinar, donde vemos buena parte de la ruta que nos conducirá hasta el Canchal Negro. El camino por el que vamos desemboca en la carretera que une los pueblos de Candelario y Navacarros, y lo tomamos hacia nuestra izquierda unos metros para volver a salirnos esta vez a la derecha por un ancho camino que en corto espacio nos llevará a las deliciosas vaguadas del Prado de la Vega y del Prado Domingo, muy frecuentados como merendero. Este mismo camino continúa en ascenso a través de varias revueltas, hasta cruzar sobre el arroyo del Barquillo o de Navaluenga, que da cuenta de sus aguas kilómetros más abajo en el río Cuerpo de Hombre. Nada más cruzarlo dejamos la pista, y una vereda por la izquierda se interna en el bosque de pinos, y paralelamente al arroyo nos conduce a un horcajo llamado popularmente la Garganta del Oso. En este lugar donde se unen los arroyos del Águila por la izquierda y del Oso por la derecha, y en sus inmediaciones, es posible contemplar un evocador paisaje de cascadas, rápidos, charcas y pozas, todas con su nombre: el Cubo, la Bañera, la Chorrera Blanca, la chorrera del Águila. El lugar es indicado para el baño en las tardes estivales a pesar de lo gélido de las aguas.
Por la cuerda que montaña arriba separa las dos vertientes de los arroyos señalados, comenzamos a ascender, dejando el pinar justo a nuestra derecha, siendo ésta la parte más dura de todo el recorrido.